jueves, 28 de junio de 2012

Corrección


─Kevin Brayan, haz el favor de traerme ese papel.
─¿Qué papel?
─¡Ahora, Kevin!
─¡Jobáaa, profe!
─A ver, ¿qué  escribes que es tan importante que no puedes atender en clase? ¡Ah! ¡Vaya, un intercambio epistolar con Jonathan! Veamos.

Tivienes o que es a las ocho
¿Vas a venir o no? La reunión es a las ocho.
mís viéjos no me déjan
Mis padres no me lo permiten.
pasa de ellos vienen unas tipas de miedo
No les hagas caso. Debes venir porque asistirán unas chicas muy guapas.
 la´páula
¿Y estará Paula? (Jonathan, ¿es que vas a poner tildes sin ton ni son, también en el espacio entre palabras?)
claro pregunto por ti
Claro, preguntó por ti. (Tú, Kevin, en cambio, ¡no pones ni una!)
tiéne ún cacáo
Esa chica está confusa.
Por
¿Por qué?
ánda con el maqueádo
Porque sale con un chico elegante pero pregunta por mí.
no me rayes quiere lio contigo
¡No seas pesado! Es evidente que le gustas.
lo flípas me la súda
Exageras, además eso no me importa. (Jonathan, de verdad, me marean tus tildes)
de verdad ven  a las ocho
¿De verdad? Anda, ven a las ocho
y los pétas?
¿Y quien llevará el hachís? (Jonathan y Kevin, espero que esto sea un farol porque llamaré a vuestros padres)
Marcos (Espero que no sea Marcos Pereira, que ya tiene abiertos tres partes)
vále
Vale, iré.
que brasa da la de inglés
¡Qué pesada es la profesora de inglés! (Jonathan y Kevin, ¡en verano lamentaréis no haber hecho caso de mi insistencia!!)
Juas
Pues sí.


 Toma, Kevin. Y ahora copiáis los dos las correcciones en la libreta y después traducís todo al inglés. Así practicáis.
Te pasas, profe.
¿Cómo dices?
Nada, nada.

Uol Free




lunes, 25 de junio de 2012

jueves, 21 de junio de 2012

La silla de mimbre

     Desde Emmanuelle, esa silla de mimbre ha encarnado la lascivia, la lujuria en el ideario masculino. Sobre esa silla se han sentado sublimes posaderas apenas cubiertas por sedas semitransparentes. Mimbres trenzados dejados al natural o barnizados de blanco inmaculado, acúmulo de ácaros en todo caso. Desde los años 70 hermosas mujeres se han fotografiado en pose erótica en una silla de mimbre. Pero la saga la inició ella en una con respaldo de abanico; sentada allí se reclinaba indolentemente aquella mujer sensual que descubrió a los reprimidos españoles que las mujeres gozaban masturbándose, que llegaban al orgasmo sin la injerencia del pene y que se podía ser sexy con el cabello tan corto y las tetas pequeñas: Emmanuelle y su silla de mimbre; la hizo tan famosa que acabó dándole su nombre. Y desde entonces se han fotografiado sentadas en ella, mirando al objetivo con actitud lasciva, desde aspirantes a chica PlayBoy hasta pícaras folclóricas pasando por actricillas de telenovelas.


Sylvia Kristel es Emmanuelle

Miles de hogares en el mundo añadieron a sus salones la famosa silla o sillón Emmanuelle, quién sabe si arrastrados por la fantasía de contemplar a sus mujeres con las perlas y las enaguas tocándose hasta el frenesí como hacía en la pantalla Sylvia Kristel. Nada importaba la cierta incomodidad del asiento y la dificultad de la limpieza en una superficie trenzada. Nada importaba su incoherencia entre el resto del mobiliario: la silla de mimbre acabó teniendo su rincón kitsch con la mesita a juego y detrás, a modo de cuadro, un cartel de playa con palmera, hortera photocall de los 70 y que perduró en los primeros años 80.


Silla o sillón Emmanuelle

La actriz sucumbió al personaje, algo similar a lo sucedido con Maria Schneider y su papel en El último tango en París; mujeres devoradas por un papel que no consiguieron arrancar de la piel y que las persiguió siempre, abanderadas de una época de liberación sexual que, sin embargo, las discriminó para representar ningún otro personaje. Hipocresía burguesa en quienes cruzaban la frontera para ver a la Kristel gemir en un cine francés; qué  importaba no comprender el idioma, el idioma universal no necesita traducción. O la mantequilla de un Brando ajado y sexual. Eres buena para la silla (o la mantequilla), pero no para papeles serios, se les dijo a ambas. Y quizás fuese cierto, quizás no eran grandes actrices, pero nunca lo sabremos, no podemos confirmarlo.

El caso de Emmanuelle tiene su intríngulis: en los 70, como ahora, se estilaban las melenas foscas y los senos grandotes y algo caídos por su peso (ahora no pueden: llevan cemento armado dentro), los cuerpos voluptuosos, con grandes caderas y cintura fina. Emmanuelle era diametralmente opuesta al estereotipo de tía buena de la época: cabello cortito, senos breves, longilínea y frágil. Aunque este estilo ya había hecho un primer asalto en el 68 con el pelo de Mia Farrow en La semilla del diablo, pero se ve que la Farrow no tenía el sex-appeal de la Krystel, o todavía no era el momento adecuado, quién sabe. 
Mia Farrow

Hubo cantantes y actrices que aprovecharon el tirón para cortarse la pesada melena; al parecer, la mera contemplación del cabello cortito a lo chico con raya al lado provocaba en los hombres la asociación Emmanuelle y el consabido subidón. Cosas del cine y el inconsciente colectivo. Otras no se atrevieron a tanto y se quedaron en la foto con el sillón de mimbre. 

Rocío Dúrcal a lo Emmanuelle

Sara Montiel  y silla Emmanuelle

Las connotaciones sexuales de la silla Emmanuelle perduran en nuestros días y, aunque ha desaparecido de las casas con un mínimo sentido estético, sigue utilizándose como decorado para sesiones eróticas o pseudoeróticas. 

Sienna Miller y silla Emmanuelle

Y no sólo mujeres la han utilizado para esos fines; también varones se han dejado arrastrar por su poder hipnótico: no hay más que ver a Julio Iglesias, presumido seductor que alardeaba de latin lover y sus tres  mil conquistas. También él se dejó fotografiar en la silla de mimbre, la silla Emmanuelle.

Julio Iglesias y sillón Emmanuelle

El film Emmanuelle tuvo variopintas secuelas, imagino que sin la frescura de la primera. Incluso se hicieron versiones étnicas, como la Emmanuelle negra o asiática. Algunas ya eran declaradamente películas porno, pero que conservaban el nombre para arrastrar a los espectadores a las salas, sugestionados por la esencia de la primera.












Decidme, ¿hubo en vuestras casas una silla o sillón Emmanuelle? ¿Habéis protagonizado un asalto erótico en ella? ¿Os habéis fotografiado sentadas en este símbolo erótico enseñando el potorro o... quizás os lo han pedido y os moríais de la risa?  ¿Ni sabíais de su existencia? Contadme, necesito saber.


Cuatro meses después de escribir esta entrada, falleció Sylvia Kristel, nuestra Emmanuelle. (18-10-2012)
Descanse en Paz. 

Uol Free

lunes, 18 de junio de 2012

La horma

   Se había prometido más de una vez no mostrarse en demasía, pero esa noche, tras la explosión amorosa y con la guardia baja en medio del laxo deslizarse hacia el sueño, los dedos de las manos enredados, no pudo refrenarse, no pudo evitar decirlo, que por fin había encontrado la horma de su zapato. Él se mostró halagado porque dijo que ella tenía una horma especial.

Pero un día empezó a sentir molestias y roces, comenzó a hacerle daño. 
Se ve que el zapato había encogido.

Uol Free

miércoles, 13 de junio de 2012

Nyotaimori


       La luz de la ciudad escintilaba tras los cristales, grandes ventanales en lo más alto de un edificio de lujo. Si pudiese girar la cabeza vería la pequeña piscina iluminada de la terraza, en la que no podía reflejarse la luna, oculta por la polución. Siempre pensó que estos locales se cobijarían en sótanos algo sórdidos, de paredes enteladas de rojo y luces mortecinas, pero la verdad es que la luz era casi hiriente cuando se presentó allí. Cuando Virginia se lo mencionó, se echó a reír. ¿Estás loca? ¿Por quién me tomas? La chica le dijo que no había nada deshonroso en ello, que era un trabajo como otro cualquiera. Como otro cualquiera, no; no quieras hacerme pasar por boba. Yo no podría, ni loca; además mis padres se mueren del disgusto si se enteran.

Pero estaba desesperada. Y sus padres, muy lejos.

Ahora la luz no es tan intensa, el fulgor de las lámparas del techo está tamizado por telas que cuelgan como hilos de seda. Así se siente ella, como una pequeña oruga inmóvil, a la espera.

Le gustaría girar la cabeza y contemplar la estampa nocturna de la ciudad, atisbar o imaginar la bahía al fondo, pero debe permanecer inmóvil, así que deja viajar a su mente cara a ella, hacia el agua oscura en la que chapotean botellas de plástico y latas vacías arrojadas por borrachos que mascullan letanías ininteligibles. Si camina por el margen derecho y se adentra en la ciudad tras cruzar la plaza oval, llegará a sus oficinas. Tres meses ya que cruzó sus puertas por última vez. Tres meses sin verlo. Ahora estará saliendo del trabajo. Con frecuencia ella iba a recogerlo y después cenaban tortilla y calamares fritos en el bar de Antón. Abre los ojos y ve a Miriam colocando el sashimi y el sushi sobre las hojas adheridas a su cuerpo. Le pide a la muchacha que le rasque la nariz. Ella sonríe y parece decirle, tranquila, ya queda poco. Él había sido sus ojos, su boca, su guía. Y ella se había entregado a él sin recelos ni resquemores, ciegamente. Pero ahora debía olvidar, olvidar. Olvidarlo a él, olvidar este ático de lujo tenuemente iluminado ahora. Volvió a caminar por el puerto, aspirando el olor a petróleo y sal marina, que a ella le parecía fragancia cuando paseaba de su mano. Se detenían en el pequeño jardín de los columpios y ella dejaba que él la empujase. Cerraba los ojos y elevaba los pies al cielo, pequeño rectángulo encerrado entre altos edificios. Escuchó de pronto el cambio de música y el murmullo de voces que se acercaban. Ya estaban allí. Ellos. Tragó saliva y apretó más los párpados. Se sentaron a su alrededor. Sentía las respiraciones sobre su cuerpo desnudo. Con el entrechocar de los palillos, se enredó de nuevo en sus recuerdos. El apartamento de Nando era minúsculo, de una sola habitación y un remedo de baño. Cuando llegaban, ella siempre se ofrecía a preparar un té que se enfriaba sin tomarlo. Los hombres hablaban bajito, de la bolsa, de acciones y de una mujer llamada Erika, que al parecer, era una perra. De pronto se callaron y ella imaginó que la observaban descarados. De nuevo le picó la nariz y para no pensar en ello, regresó a sus citas con Nando. Él le soltaba el pelo liso y negrísimo y aspiraba su fragancia. Ella le rascaba la barba castaña y el pelo ensortijado. Las ropas caían al suelo y él le hacía cosquillas en el cuello hasta que ella se arrojaba en la cama para esquivarlo. Entonces el joven le atrapaba un pie y jugueteaba con él mientras ella le observaba sonriente y enamorada. A veces lo llevaba a su boca y chupeteaba uno a uno sus deditos, introduciendo la lengua entre ellos, provocándole escalofríos de placer. Subía por sus piernas y se demoraba en su coñito apretadito y húmedo. Luego ascendía hasta sus senos pequeños y los besaba con delicadeza para acabar mordisqueando sus pezones. Era entonces cuando ella le tironeaba del cabello para apartarlo de sus tetas y besarlo con la boca llena. Se aferraba con sus piernas a sus caderas y lo alentaba a penetrarla. Lo sentía pleno dentro de su cuerpo menudo. Adentro y afuera, adentro y afuera, pujante, decidido y tierno, mientras ella lo besaba, lo besaba, lo besaba una y otra vez.

Tembló al tiempo que el hombre de su izquierda la pinchó con los palillos.

-私は申し訳ありません。彼は損傷か。
-いいえ

*-Lo siento. ¿Le he hecho daño?
  -No.


Uol Free
Nyotaimori


domingo, 10 de junio de 2012

Fortuna: Premio Liebster

   Pues no se ha desplomado el cielo sobre mi cabeza, al contrario, ha sido tomar contacto con un amigo de la astronomía y lo que me ha caído es el premio Liebster concedido por El gato cuántico. ¡Qué alegría Sheldon, gracias por ser el mío uno de tus blogs elegidos! Tus palabras me han dado alas. Voy a presumir un poco, deja que las ponga aquí:

Programa de mano: Un estupendo blog de la inquietante Uol Free. Ya leía sus agudos e interesantes comentarios en cierto blog famoso, y naturalmente la curiosidad me hizo fisgar en su blog (soy como los gatos)... y es una pasada. Unos relatos (largos o cortos) de categoría, y unas reflexiones siempre afiladas. Para hacerse seguidor sin duda.

 Ya ves, Sheldon, tú inspeccionando estrellas y galaxias y yo en el barro más terrenal y, sin embargo, seguro que no tan distantes en los intereses. Y encima me llega este premio cuando acabo de estar de aniversario: un año de blogger y ya recibo un premio. ¿Acaso la diosa Fortuna no me ha tocado con su mano?

Según me cuentan,  los Premios Liebster (en alemán “favorito”) son una interesante iniciativa destinada a promocionar pequeños blogs, en cuanto al número de visitas se refiere, a través de una cadena de premios simbólicos que los propios bloggers otorgan. Es decir, cada blogger que recibe el premio en reconocimiento a su blog, debe, a su vez, otorgar un nombramiento igual a otros 5 blogs de su elección. Sólo debe cumplir unas simples normas:

1.- Copiar y pegar el premio en el blog enlazándolo con el blogger que te lo ha otorgado.
2.- Premiar a tus 5 blogs favoritos con la condición de que tengan menos de 200 seguidores y dejarles un comentario en sus entradas para notificarles que han ganado el premio.
3.- Confiar en que continúen la cadena premiando a su vez a sus 5 blogs preferidos.


¿Estáis seguros de que la tercera es una norma? Porque lo de confiar en que los elegidos hagan lo propio indica que es algo que el premiado no puede cumplir. En fin... ahí dejo mi duda. Más parece una sugerencia para no romper la cadena; claro que, ¿quién quiere romper la cadena de dar una alegría como ésta a un blogger amigo? Yo no, desde luego.

I. Aquí va el logo del premio ¡bieeeeennnnn, hurraaaaaaa!



Ahora toca elegir a los premiados. Como el gregarismo no va conmigo, picoteo aquí y allá y soy más bien ave migratoria, pero no cabe duda de que recomiendo encarecidamente el blog de El gato cuántico, sobre todo si os gustan las ciencias, las estrellas y los hombres en traje aeroespacial, pero si no, también es recomendable. A mí me entra un erotismo tal cuando no comprendo nada, que sólo por eso me conecto a veces y leo y releo. Guauuuuu... Sheldon, el que me dijeras que soy inquietante es el mejor piropo que podían lanzarme. Créeme si pienso lo mismo de ti. Pero como volver a darte un premio crearía un bucle pesado (no vaya a ser que me lo vuelvas a dar a mí y así ad infinitum),  sugiero los siguientes blogs:

II. Los blogs que elijo son:

 1) Erodisea, de Vlixes, por ser mi primer seguidor y fan; por estar siempre de visita con riquísimos presentes. Y porque comprendo perfectamente su dilema. Además me ha enseñado un nuevo término, procrastinados, concepto que sin conocerlo tuvo mucho que ver con el origen de mi blog. Además me ha dado a conocer los dos siguientes blogs.

2) Chousa da Alcandra. Recomiendo este blog por su erotismo visual, su lirismo, sus bellas fotos de la naturaleza, por su etnografía constructiva y por hacer patria.

3) Erotónoma. ¿Tengo que explicar por qué? Además Susana Moo se lo curra, le gusta leer y a veces es fruta ácida, como yo.

4) Literotismos, por afinidades literarias, buen hacer y sus amigos.

5) Junglerías, le doy el premio porque con este título ya me ha ganado para la causa. Me sugiere juglar y jungla, algo que Javier tiene en su interior a la vez. Además muchas veces en sus escritos no sé por dónde van los tiros, es raro como cura casto, no le comprendo nada, y eso me intriga. Por último, fue de los primeros en leerme, aunque como buen junglar anda divirtiendo y bufoneando por ahí con el veneno en la alforja y el cuchillo entre los dientes, así que es difícil encontrarlo en el castillo.

Ahora me toca comunicarles el premio, cosa que espero que les produzca tanta alegría como a mí y no sea para ellos una distracción en su vida-blogger tan ocupada.

Gracias, Sheldon y bon appétit, siempre!

Uol Free



viernes, 8 de junio de 2012

Primer aniversario

Hoy celebro mi primer aniversario entre vosotros. ¡Gracias por la compañía! ¡Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios! 

Y ya que estamos en confianza y de celebración voy a confesaros un secreto:
Hace mes y medio he descubierto que es verdad. Me da reparo decirlo, lo confieso con bochorno por la presunción, pero es verdad. Eso que comentan los escritores: es verdad que los personajes cobran vida propia y deciden por si mismos. Me di cuenta cuando llegué al relato La bañera. Yo había ideado otra cosa, pero ella tomó el mando y decidió  qué quería hacer y cómo. Sé que parece que lo que digo es un lugar común. Pero os prometo que es cierto. Aunque me sonroje al decirlo después de poco más de medio centenar de escritos. Los personajes cobran vida y se apropian de tu mente. Existen y deciden.

Por eso esta celebración es tan especial para mí. Porque hoy comprendo.






PD: Por goleada, el relato con más visitantes durante este año es Tirolesas, seguido de Un magnum almendrado y La silla de Madonna
Bon appétit!


Uol Free

lunes, 4 de junio de 2012