miércoles, 30 de mayo de 2012

Parecido

          Se cansó de que le preguntasen por John-John. Que también son ganas ponerle a una criatura el nombre repetido. Bueno, no se lo pusieron los padres, se lo puso la prensa, que es peor. Quiere decir que hay otro John antes, que él sólo es el repetido. ¡Qué peso para el pobre niño! Aunque no, en realidad no le dio tiempo de sentir el peso. O sí, qué más daba que su padre llevase años muerto y él ya fuese un hombre hecho y derecho. Seguía siendo el segundo John, aunque ya no existiese el senior. John junior para los restos, aunque nadie podía saber que los restos fueron poco tiempo. Pero, en fin, ésa es otra historia. 

A lo que iba, se cansó de que le preguntasen por su hermano, querían su número de teléfono, una cita, que se lo presentase, un affaire… daba igual que llevase un año y pico casado con Carolyn Bessette. Todas querían un tête à tête con John-John. Pero sobre todo, daba igual que yo jurase y perjurase que John-John no era mi hermano, que yo no era Caroline Kennedy. Aquellas mujeres que me abordaban en la calle, no me creían. Tras el éxito de Ally McBeal, la situación se tornó insoportable. Mis compañeros de rodaje, mi familia, todos alucinaban con las rocambolescas situaciones que se originaban en los restaurantes, en la cafetería del set de rodaje, en una gala… Codazos, miradas, peticiones de autógrafos sobre la portada de George llamándome Caroline y deslizándome sus tarjetas de visita para que se las entregase a John. Ni siquiera eran capaces de pensar lo absurdo que era la presencia en un set de rodaje de Boston de la hija del asesinado presidente. ¿De verdad me parezco tanto?, les preguntaba yo a amigos y conocidos. Bueno, sí, un poco. O, no, de ninguna manera, tú eres más guapa. O, cariño, ojalá fuera cierto, podríamos retirarnos a las Bahamas, mi bromista novio. 

Pero todo acabó repentinamente en julio del 99. El guapísimo abogado se estrelló contra el mar y durante un tiempo sí hubo miradas de conmiseración y condolencia, pero ya no más abordajes excitados. 

Y sí, alguna vez me he preguntado si ella lo ha percibido, si alguien se lo habrá hecho notar, nuestro parecido. Aunque quiero pensar que ya no, que ahora caerá a mi favor la balanza de los diez años que nos separan.


Y también, sé que lo están pensando, en aquella época fantaseé alguna vez con que me topaba con mi “hermano” y… bueno… enseguida aclarábamos que ningún lazo de sangre nos relacionaba, no vayan ustedes a pensar barrabasadas.

¡Ah!, soy Courtney Thorne-Smith, por si no se aclaraban.

Uol Free
Caroline Kennedy vs. Courtney Thorne-Smith

John-John Kennedy
John-John Kennedy


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