martes, 14 de junio de 2016

Paradoja




Le sorprende que después de follar apasionadamente, ya instalada en la calma, le bese y acaricie, él dice que como a un hijo.

¿Cómo explicarle que lo que hace que lo desee de forma tan visceral e intensa, con hambre de hembra, es precisamente lo que al tiempo provoca en mí una ternura infinita, un deseo de protegerlo y cuidarlo (aunque sea por unos minutos)? 

¿Cómo le digo que me desborda el ansia de entrar en él, de sentirlo cerca, pegado en mi piel?

¿Cómo explicarle que, si yo no experimentase esa  ternura  post,  no lo desearía como lo hago antes?

No percibe que está a un paso del paraíso. Y yo a uno de la peor de las pérdidas.

Uol 

Paradoja: S.f. Contradicción, al menos aparente, entre dos cosas o ideas.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Por non entender, parece que tampouco entende que despois das ansias máis tormentosas, veñen as calmas máis mimosiñas (que moito gusto dan tamén; e que poden derivar -e moitas veces derivan- en novas tempestades)

    Como onte fun á itv, hoxe deume por inspeccionarche o blog con carácter retroactivo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pois non, parece non entender. Aínda que eu penso que, en realidade, non lle interesa comprender.

      Inspecciona a teu gusto, Chousa, igual atopas petróleo 😌 😂
      😘

      Eliminar

Tu opinión me interesa. Es tuya.