lunes, 20 de noviembre de 2017

Humano



Ha vuelto a suceder. Esa voz.

Esa voz atravesando mi carnalidad, alcanzando alguna oscura cueva que me regresa a mi primitivismo. No sé por qué ciertas voces me electrizan la piel, me ablandan los músculos: la dulce lasitud que me atrapa dejándome inerme, suavemente conquistada.

Una voz así en mi oído susurrándome que sólo soy una humana, después de todo. Una voz que me impele a reconocer mis contradicciones, mis incoherencias burdamente ocultas ante mí misma. Ay, qué sensual languidez, qué delicado abandono de los sentidos, arrebatados en un exquisito fluir acuoso, río que me conduce al deseo, al anhelo de un grácil roce.

Como acostumbro, busqué esa voz; necesitaba una vez más poner nombre, cara, a esa vibración de mi alma. Pese a todo, la sorpresa de nuevo no fue inaudita. Un hombre grande y robusto como un tráiler. Un gigante que no respondía a la imagen mental que yo creé. Y sin embargo, no podía ser otro más que él, solamente podía corresponder a alguien como él. Humano. 
Uol 

ÉL: Canción Human de Rag'n' Bone Man.

2 comentarios:

  1. Hai detalles nas persoas (e a voz é un moi detalle moi potente), que poden ser a espoleta de moitas explosións...

    ResponderEliminar
  2. Pois sí. E hai tantos detalles como sensibilidades. E a voz é un dos que activa mecanismos que conducen ós ditos estoupidos.

    ResponderEliminar

Tu opinión me interesa. Es tuya.